La Tierra es Nuestra Vida: Sin la Revolución habría sido Imposible

Por Leonor Hurtado

Sin la revolución habría sido imposible

#9smll Sylvia by L.Hurtado

Mi amiga Sylvia

Tratando de comprender esta paradoja, platiqué con mi amiga Sylvia, cubana, Dra. en Bioquímica, quien tenía 11 años al triunfo de la Revolución. Sylvia afirmó: el triunfo de la Revolución fue la estremecedora concreción de un sueño, la realización de nuestra vital aspiración. El primer objetivo de la Revolución fue salud, educación y justicia para todo el pueblo cubano. Trabajamos arduamente y lo logramos. Nuestras necesidades básicas fueron satisfechas, no con holgura, pero sí con equidad. Yo, una niña huérfana de nacimiento, abandonada por mi padre y huérfana de nuevo con la muerte de mi abuela, fui adoptada por la Revolución. Tuve lo necesario para vivir, formarme y realizarme como mujer, científica y revolucionaria. Sin la Revolución esto habría sido imposible. Pero los jóvenes de ahora, no conocieron la explotación ni la opresión. Ellos nacieron con sus necesidades básicas satisfechas, lo dan por hecho y creen que así ha sido siempre. Reflexionando con compañeros, nos damos cuenta que la Revolución falló. La Revolución no planteó nuevos retos a la juventud, nuevas aspiraciones, nuevas razones de lucha. Por ello, muchos jóvenes se han acomodado, han sido cautivados por el consumismo y el tecnicismo que existen fuera de la isla. Muchos jóvenes ahora aspiran lo prohibido: marcharse a Estados Unidos. La vida rural trabajando la tierra es muy dura, hay muchas limitaciones y pocos atractivos, y los jóvenes no tienen razones para luchar, tampoco tienen la mística para forjarse héroes.

Observo que la Revolución ha resuelto el presente de los jóvenes, pero no ofrece alternativas atractivas para el futuro. Los jóvenes aspiran estar en las ciudades “donde está la movida”. La migración del campo a la ciudad se da en todo el mundo, por diferentes razones, se da y se ha dado desde hace mucho tiempo, forzada por la revolución industrial. En Cuba empieza aceleradamente, pero en Cuba la migración es más compleja, porque no responde a falta de tierra ni a falta de mercado para la producción. Desde el triunfo de la Revolución, el Estado da prioridad a los trabajadores agrícolas y a los campesinos. Se consolidó un programa agrario, con salud, educación y organización, satisfaciendo las necesidades básicas de la población rural, situación incomparable con las míseras condiciones de vida de la población rural en la mayoría de países Latinoamericanos. Pero las condiciones favorables no han logrado retener ni atraer a la mayoría de las/los jóvenes al campo. En Cuba la migración de muchos jóvenes y el abandono de la tierra es un problema profundo, que amenaza su economía nacional.

Durante el viaje nos reunimos con Juan José León Vega, Director de Asuntos Internacionales del Ministerio de Agricultura. Al dialogar sobre esta situación, Juan José señaló que el Ministerio promueve la producción agropecuaria: facilita la tierra, brinda apoyo técnico, organizativo e insumos, y garantiza el mercado de la producción. Esta respuesta indica que, están resueltos dos elementos básicos de la producción: la tierra y el mercado. Pero ¿Qué sucede con el trabajo? ¿Con la fuerza y la voluntad de trabajo? ¿Cómo afrontará Cuba este problema esencial?

Vemos que en el mundo sólo hay un país en el cual se puede acceder a la tierra gratuitamente, ese país es Cuba. En Estados Unidos muchos jóvenes buscan regresar al campo y trabajar la tierra, pero no lo pueden hacer porque la tierra es demasiado cara, y porque ellos tienen grandes deudas adquiridas para tener educación y salud. En Latinoamérica y en otras partes del Tercer Mundo, la gente busca mantenerse o regresar al campo, porque no encuentra trabajo en las ciudades ni condiciones de vida dignas. Resiste o regresa al campo, pero ahí no encuentra apoyo para producir o es violentamente desalojada. Es irónico, en Cuba la población tiene educación, salud y tierra gratuitas, también tiene mercado garantizado; sin embargo son pocos las/los jóvenes que están dispuestos a arriesgarse a construir su futuro en el campo, sobrellevando las dificultades que ello implica.  El cambio se está dando, el imperialismo está al acecho ¿cómo defenderán su tierra las/los jóvenes cubanos?

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